16 abril 2024

Paradise Lost + Eyes Of Eden + Neurosonic (Madrid – Sala La Sala) – 17/09/2007

Cuando todavía España estaba conmocionaba por la derrota en la final del campeonato de Europa de baloncesto, llegaban las plegarias negras del paraíso perdido.

Lo primero que sorprendía es la sala donde iban a descargar Paradise Lost, una pequeñita y periférica, La Sala de Carabanchel. Los enormes autobuses-casas donde los músicos viajaban de país a país durante la gira yacían aparcados en medio de una callejuela.

Aún siendo lunes (un día nada propicio para dar un concierto), el cartel de todo vendido estaba colgado desde hace días en la sala.

Entre la salida del trabajo y entre los atascos imposibles de Madrid, un día laborable es casi un chiste pensar en poder ver al primero de los teloneros que esa noche acompañaban a Paradise Lost, Neurosonic, y llegamos justos para disfrutar del último tema de los segundos teloneros, Eyes Of Eden, y por lo visto allí, y tal y como estaba el público de entregado abarrotando la sala, tienen muchas papeletas para llegar a grandes cotas. La música muy pareja a la de Within Temptation o After Forever. Y no sólo por la música y la cercanía a la temática Gótica, sino porque a la voz se encuentra una esbelta rubia (debía medir dos pedazos de metros) y al bajo otra morena que aporreaba su instrumento con la misma energía con la que movía su cabellera. Buenísima imagen y buenísima música, por lo menos el tema que vimos.

Tras unos retoques en el sonido de última hora, salían los cinco miembros de Paradise Lost, enfundados en negro, y con un Nick Holmes y Greg Mackintosh recuperando la imagen oscura de antaño.

Comenzaban los acordes de «In Requiem» con el que abrían su espectacular set, y seguían con «Gothic» (que a lo tonto es un tema de casi quince años), como regalo de su primera época. Le siguieron temas como «So Musch Is Lost» de su disco de 1999, «Pity The Sadness» y la espectacular «Enchament».

Es cierto que Holmes mostró una gran frialdad, moviéndose prácticamente nada y como si no le apeteciera en absoluto estar en España un anodino lunes de Septiembre, pero el calor del público que estuvo coreando el total de las canciones del set, aplaudiendo y dando un calor inusual seguramente a los del Halifax, hizo que el resto del grupo en numerosas ocasiones se pararan a aplaudir al público madrileño por su entrega y calor.

Paradise Lost, además de su ya comentado «In Requiem», ejecutaron de este último trabajo, la contundente «The Enemy», que temazo más redondo ¿no?, «Sedative God», la sensible «Fallen Children», «Unreachable»«Praise Lamented Shade».

Temas como «One Second» fueron uno de los momentos álgidos de la noche con una alta calidad en el sonido de las numerosas intros y samplers que decoran las canciones del quinteto.

El concierto fue cortito, una hora y media, de modo que cada una de las canciones supo a gloria. El sonido general de la sala no puede ser excelente, pero la cercanía con el grupo y el calor que da una sala como esa, pequeña y de techo bajo, crea una cercanía con la banda espectacular.

Lo más importante es que con el concierto, y sobre todo con el pedazo de disco que han facturado, tenemos Paradise Lost para rato. Que pedazo de grupo más elegante.

ÓSCAR MARTÍN MARTÍNEZ

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